lunes, 17 de junio de 2019

Relatos Guariberos. "Los Carrizos"



Msc Soraya González
Los Carrizos en San José de Guaribe
    

  Para hablar de los Carrizos Reales en San José de Guaribe,  voy comenzar diciendo que crecí en una familia llena de valores culturales, los cuales me fueron inculcados desde muy temprana edad. Estando niña, quizás de 11 o 12 años, solía ver a un personaje que con frecuencia iba a mi casa a conversar con mi familia y a tomar café.  Allí pasaba horas, hablaba de sus vivencias, de las encantas de los ríos que se llevaban a los niños que se iban a bañar en él, comentaba que desde muy joven aprendió a tocar carrizos, explicaba cómo debía ejecutarse, cómo debían hacerse,  hablaba sobre el taller de alfarería que tenían algunos de sus familiares, en fin, eran muchas las cosas interesantes que se conversaban y a las cuales yo poco tenía oportunidad de opinar, ya que, en mi época,  los niños no podían participar de las conversaciones de los adultos, sin embargo, fui guardando en mi memoria todas esas narraciones y cuentos y además admiraba la figura de  aquel hombre alto,  de piel morena, ojos pequeños y algo achinados pero muy vivos, de voz delicada y tono bajo, muy pausado al hablar, siempre vestido de colores claros, alpargatas y sombrero. Ese hombre era nada más y nada menos que el maestro carricero Juan Gregorio Malavé, con éste personaje compartí grandes momentos de la vida y  fue a quien le vi por primera vez aquel hermoso instrumento de viento que solo él podía darle una particularidad espectacular al tocarlo,  en donde entre soplido y soplido hacía un sonido como la emulación de un animalito bien pequeño.  
  Para mí era un instrumento mágico y a la vez misterioso. Me costaba entender como de esas tres flautas tan pequeñas salía una melodía que pudiera entrar al alma y mover hasta la última fibra de mi cuerpo.
     Con el tiempo supe que Juan Gregorio Malavé, era portador de una herencia cultural ancestral, el mismo  nació el 25 de mayo del año 1917, hijo de Pragedes Malavé y María Candelaria Yaguaracuto, vivió en el Pegón, posesión que tenía su familia vía Los Cantiles caserío perteneciente a esta Municipio.
     Juan Gregorio solía salir a tocar por las calles de nuestro pueblo todos los domingos en la tarde, iba recorriendo diferentes hogares acompañado de Reymundo Bárcenas y Juan Acosta, a veces lo acompañaban otros carriceros,  allí yo aprovechaba ese recorrido para acompañarlos y disfrutar de sus melodías. Al inicio salía solo él con sus dos acompañantes y ejecutaban las tres flautas de pan denominadas por él mismo como Mano Mayor, Mano Menor y la Prima. Juan Gregorio por su puesto ejecutaba la Mano Mayor, siempre me comentaba que la Mano Mayor la tocaba el carricero de mayor experiencia o mayor jerarquía, eso nunca lo voy a olvidar.  Al pasar de los años, le fueron incorporados el cuatro, las maracas y el tambor, pero originalmente se ejecutaban sin ningún tipo de acompañamiento, cosa que les generaba una característica muy especial.
     Los Carrizos se denominan como flautas de pan fabricadas con tallos de una planta llamada “Carrizo Real”, de allí deriva su nombre y esta planta es familia de los bambúes.  La batería de los mismos como ya se mencionó, la conforman la Mano Mayor que es la que lleva la melodía, la Mano Menor que lleva la armonía y la Prima que es la que lleva la base rítmica. Las tres manos juntas conforman un juego de Carrizos. Cabe destacar que es una manifestación musical  ancestral que nos vino de Zaraza estado Guárico,  perteneciente a la etnia  Caribes y que en San José de Guaribe se ha mantenido viva por más de un siglo,  gracias al proceso de tradición oral obtenido por el maestro Carricero Juan Gregorio Malavé y que se ha ido transmitiendo de generación en generación.
     En filmaciones  realizadas por FUNDEF en nuestro pueblo, hace algunos años, con las gestiones del ateneo de Guaribe,  el maestro Juan Gregorio Malavé fue entrevistado, allí quedaron plasmados sus saberes, dentro de ellos el  nombre de cada una de las piezas que se ejecutan con los Carrizos Reales y de quien aprendió cada una de ellas.  Las piezas son: La Viuda Triste, El Mare-Mare, El Galerón, La Danza,  El Mono,  El Atravesao, La Gaita, La Pava, El Guarapo Doble, La Báquira, , El Tigre,  El Guarapo Simple y El Entreverao, esta última de la autoría del maestro Juan Gregorio. Gracias a  la ayuda de PDVSA Gas Oriente y las gestiones del Ateneo, estas grabaciones fueron reproducidas y distribuidas en CD a lo largo y ancho del país y fuera de él, con la intención de que esta manifestación sea conocida y no se pierda en el tiempo. Podemos visualizar la carátula de este CD que acompaña a estas letras.
     El maestro Juan Gregorio Malavé, compartió con muchos cultores que aprendieron a ejecutar este instrumento, dentro de ellos el gran músico Juan Esteban García,  tuvo muchos discípulos, como ejemplo,  cito hoy a nuestro amigo  Alexander Alvarado,  quien desde los diez años de edad anduvo con él y  aprendió todos sus toques y trucos para la ejecución y fabricación de los mismos y ha sido él junto con algunas instituciones culturales,  los que se han encargado de mantener viva y difundir esta manifestación. Pasado el tiempo Alexander se  ha  preocupado de estudiar musicalmente el carrizo y ha dado aportes importantes para la enseñanza del mismo. Dentro de ello nos hace una descripción de la conformación de cada mano de carrizo y sus tonalidades.
     La mano Mayor consta de cinco tubos de carrizos de  variados tamaños y cada uno con una tonalidad definida, amarrados o atados con pabilo recubierto con cera de abejas. Colocándola con el tubo de carrizo más pequeño hacia la izquierda, tal como lo ejecutaba el maestro Juan Gregorio, tiene una afinación de La#, Fa#, Re#, Si y Fa#. Observar fotografía.
      La Mano Menor, consta también de cinco tubos  de carrizos  de varios tamaños, amarrados o atados con pabilo recubierto con cera de abejas,  pero con tonos diferentes a la Mano Mayor. Colocándola con el tubo de carrizo  más pequeño hacia el lado izquierdo, tiene la siguiente afinación: Sol#, Fa, Do#, La# y Sol#, tal como lo muestra la fotografía.
     La Prima, consta de dos tubos de carrizos,  diferentes en  longitud para determinados tonos,  amarrados o atados con pabilo recubierto con cera de abejas y tiene la siguiente afinación colocándola con el tubo de carrizo más pequeño hacia la izquierda: Fa y Do#. Remitirse a la fotografía.
     Por lo general, para elaborar cada juego de Carrizos, se hace necesario tener un juego de carrizos ya elaborado como guía para ir afinando  cada tubo y dándole la nota lo más exacto posible, ya que de eso dependerá la calidad de cada mano.  El sonido de cada Carrizo, depende de su longitud y diámetro de cada tubo.
   Es de suma importancia resaltar que el Ateneo de Guaribe como institución cultural, se preocupó desde sus inicios de preservar y difundir esta manifestación, de esta misma escuela viene   Alexander Alvarado, quien   con una experiencia de 33 años ejecutando los carrizos, ha tenido prácticas maravillosas  al  ver consolidada una hermosa manifestación ancestral, en donde, bajo su tutela tiene 60 carriceros formados en la orquesta, más los que formó anteriormente, se siente agradado de haber sido partícipe de trabajar con esta innovación,  de orquestar los carrizos y así dar mayor oportunidad de participación a los ejecutantes y proporcionar  más fuerza al momento de hacer las presentaciones. Respetando en todo momento la esencia ancestral de la expresión. Hoy en día existen en nuestra localidad alrededor de 86 carriceros formados donde entran varias generaciones,  orgullosos verdaderamente de que Guaribe sea un emporio cultural, lo que le ha permitido ser decretado Patrimonio Cultural del estado Guárico, por la gobernación del mismo estado,  tal como se estable en el decreto N° 174 de fecha 08 de agosto de 1996.
     Agradecemos profundamente el aporte dado por nuestro amigo Jesús Rondón, quien con sus elevados conocimientos sobre la teoría musical, realizó un estudio sobre la afinación de nuestros  carrizos plasmándola a través del pentagrama que observan en la foto que acompaña estas escrituras, de igual manera nos colaboró editando y mejorando la foto del maestro carricero Juan Gregorio Malavé. Agradecidos eternamente.