domingo, 28 de abril de 2019

Crónicas de Guaribe. María Arzola

Prensa.RBPEG. Soraya González Rojas. Cronista Oficial Municipal

María Librada Arzola


     Hace tiempo deseaba escribir sobre la señora Librada Arzola, a quien se le reconoce en este pueblo, como una excelente costurera. Ha sido posible publicar esta crónica, gracias a la brigada de cronistas escolares del la EBB Monseñor Crespo, específicamente a las estudiantes: Hillary Martínez y Mileidis Tiapa, asesoradas por la profa: Lurmeris Benitez, quienes ha hecho un excelente trabajo, digno de ser publicado en esta columna.

     Parafraseando un poco esta investigación,  se da a conocer que la señora Librada,  nació en el caserío "Los Cantiles"jurisdicción de este municipio, el día 03 de noviembre del año 1933. Fue su padre, el señor Sinecio Ramón Arzola, de origen español, quien era un artesano dedicado específicamente a la carpintería. Su madre María Antonia Marapacuto, de origen indígena y dedicada a los oficios del hogar.

     La historia de la señora Librada como costurera, se remonta a su infancia, en donde ella mostró especial interés en elaborar por iniciativa propia, muñequitas de trapo, a las cuales les confeccionaba unos hermosos vestiditos. A la edad de 7 años, se hizo su primer vestido.      Cuando cumplió os 8 años de edad, inició sus estudios de primer.Lla señora Librada se dedicaba a ayudar a los oficios del hogar y labores en el campo, ordeñaba, ayudaba a atender a los becerritos. Le gustaba bailar joropo yabajero al compás de nuestra bandola cordillerana, motivo por el cual, algunos fines de semana, se iba a la Cubanera, a la casa de familia Alejandrito Arzola, donde se prendían esas grandes fiestas al compás de la bandola de  Don Juan Esteban García.

     María Librada se unió con el señor Luís Manuel Rojas, con quien tiene 9 hijos. Le tocó ser padre y madre y levantar a estos muchachos bajo valores de respeto y responsabilidad.  Fue amante de las manualidades, tejía, bordaba, hacía adornos, tenía en su casa un hermoso jardín, en donde en sus ratos libres, se dedicaba a cuidar y consentir a sus maticas. Sentía placer por las artes culinarias, destacándose en la elaboración de palo a pique con plátano maduro, granos, hervidos, dulces criollos en especial el de lechosa.  La mayor parte de su vida la dedicó a la costura, fue autodidacta y logró gran prestigio dentro y fuera de la localidad, haciendo modelos diseñados por ella.

     Partió a otro plano un 15 de enero del año 2001, la  foto hermosa que acompaña este relato,  fue  tomada por mi primo El Indio Bustamante quien gentilmente las donó a la oficina de la cronista municipal, representada en esta servidora.