Msc Soraya
González
Los Carrizos en San José de Guaribe
Para hablar de los Carrizos Reales en San José de Guaribe, voy comenzar diciendo que crecí en una familia llena de valores culturales, los cuales me fueron inculcados desde muy temprana edad. Estando niña, quizás de 11 o 12 años, solía ver a un personaje que con frecuencia iba a mi casa a conversar con mi familia y a tomar café. Allí pasaba horas, hablaba de sus vivencias, de las encantas de los ríos que se llevaban a los niños que se iban a bañar en él, comentaba que desde muy joven aprendió a tocar carrizos, explicaba cómo debía ejecutarse, cómo debían hacerse, hablaba sobre el taller de alfarería que tenían algunos de sus familiares, en fin, eran muchas las cosas interesantes que se conversaban y a las cuales yo poco tenía oportunidad de opinar, ya que, en mi época, los niños no podían participar de las conversaciones de los adultos, sin embargo, fui guardando en mi memoria todas esas narraciones y cuentos y además admiraba la figura de aquel hombre alto, de piel morena, ojos pequeños y algo achinados pero muy vivos, de voz delicada y tono bajo, muy pausado al hablar, siempre vestido de colores claros, alpargatas y sombrero. Ese hombre era nada más y nada menos que el maestro carricero Juan Gregorio Malavé, con éste personaje compartí grandes momentos de la vida y fue a quien le vi por primera vez aquel hermoso instrumento de viento que solo él podía darle una particularidad espectacular al tocarlo, en donde entre soplido y soplido hacía un sonido como la emulación de un animalito bien pequeño.
Para mí era un instrumento mágico y a la vez misterioso. Me costaba entender como de esas tres flautas tan pequeñas salía una melodía que pudiera entrar al alma y mover hasta la última fibra de mi cuerpo.
Con el tiempo supe que Juan Gregorio
Malavé, era portador de una herencia cultural ancestral, el mismo nació el 25 de mayo del año 1917, hijo de
Pragedes Malavé y María Candelaria Yaguaracuto, vivió en el Pegón, posesión que
tenía su familia vía Los Cantiles caserío perteneciente a esta Municipio.
Juan Gregorio solía salir a tocar por las
calles de nuestro pueblo todos los domingos en la tarde, iba recorriendo
diferentes hogares acompañado de Reymundo Bárcenas y Juan Acosta, a veces lo
acompañaban otros carriceros, allí yo
aprovechaba ese recorrido para acompañarlos y disfrutar de sus melodías. Al
inicio salía solo él con sus dos acompañantes y ejecutaban las tres flautas de
pan denominadas por él mismo como Mano Mayor, Mano Menor y la Prima. Juan Gregorio
por su puesto ejecutaba la Mano Mayor, siempre me comentaba que la Mano Mayor
la tocaba el carricero de mayor experiencia o mayor jerarquía, eso nunca lo voy
a olvidar. Al pasar de los años, le
fueron incorporados el cuatro, las maracas y el tambor, pero originalmente se
ejecutaban sin ningún tipo de acompañamiento, cosa que les generaba una
característica muy especial.
Los Carrizos se denominan como flautas de
pan fabricadas con tallos de una planta llamada “Carrizo Real”, de allí deriva
su nombre y esta planta es familia de los bambúes. La batería de los mismos como ya se mencionó,
la conforman la Mano Mayor que es la que lleva la melodía, la Mano Menor que
lleva la armonía y la Prima que es la que lleva la base rítmica. Las tres manos
juntas conforman un juego de Carrizos. Cabe destacar que es una manifestación
musical ancestral que nos vino de Zaraza
estado Guárico, perteneciente a la etnia
Caribes y que en San José de Guaribe se
ha mantenido viva por más de un siglo,
gracias al proceso de tradición oral obtenido por el maestro Carricero
Juan Gregorio Malavé y que se ha ido transmitiendo de generación en generación.
En filmaciones realizadas por FUNDEF en nuestro pueblo, hace
algunos años, con las gestiones del ateneo de Guaribe, el maestro Juan Gregorio Malavé fue
entrevistado, allí quedaron plasmados sus saberes, dentro de ellos el nombre de cada una de las piezas que se
ejecutan con los Carrizos Reales y de quien aprendió cada una de ellas. Las piezas son: La Viuda Triste, El Mare-Mare,
El Galerón, La Danza, El Mono, El Atravesao, La Gaita, La Pava, El Guarapo Doble,
La Báquira, , El Tigre, El Guarapo
Simple y El Entreverao, esta última de la autoría del maestro Juan Gregorio.
Gracias a la ayuda de PDVSA Gas Oriente
y las gestiones del Ateneo, estas grabaciones fueron reproducidas y
distribuidas en CD a lo largo y ancho del país y fuera de él, con la intención
de que esta manifestación sea conocida y no se pierda en el tiempo. Podemos
visualizar la carátula de este CD que acompaña a estas letras.
El maestro Juan Gregorio Malavé, compartió
con muchos cultores que aprendieron a ejecutar este instrumento, dentro de
ellos el gran músico Juan Esteban García, tuvo muchos discípulos, como ejemplo, cito hoy a nuestro amigo Alexander Alvarado, quien desde los diez años de edad anduvo con
él y aprendió todos sus toques y trucos
para la ejecución y fabricación de los mismos y ha sido él junto con algunas
instituciones culturales, los que se han
encargado de mantener viva y difundir esta manifestación. Pasado el tiempo
Alexander se ha preocupado de estudiar musicalmente el carrizo
y ha dado aportes importantes para la enseñanza del mismo. Dentro de ello nos
hace una descripción de la conformación de cada mano de carrizo y sus
tonalidades.
La mano Mayor consta de cinco tubos de
carrizos de variados tamaños y cada uno
con una tonalidad definida, amarrados o atados con pabilo recubierto con cera
de abejas. Colocándola con el tubo de carrizo más pequeño hacia la izquierda, tal
como lo ejecutaba el maestro Juan Gregorio, tiene una afinación de La#, Fa#,
Re#, Si y Fa#. Observar fotografía.
La Mano Menor, consta también de cinco
tubos de carrizos de varios tamaños, amarrados o atados con pabilo
recubierto con cera de abejas, pero con
tonos diferentes a la Mano Mayor. Colocándola con el tubo de carrizo más pequeño hacia el lado izquierdo, tiene la
siguiente afinación: Sol#, Fa, Do#, La# y Sol#, tal como lo muestra la
fotografía.
La Prima, consta de dos tubos de carrizos, diferentes en
longitud para determinados tonos, amarrados o atados con pabilo recubierto con
cera de abejas y tiene la siguiente afinación colocándola con el tubo de
carrizo más pequeño hacia la izquierda: Fa y Do#. Remitirse a la fotografía.
Por lo general, para elaborar cada juego
de Carrizos, se hace necesario tener un juego de carrizos ya elaborado como
guía para ir afinando cada tubo y
dándole la nota lo más exacto posible, ya que de eso dependerá la calidad de
cada mano. El sonido de cada Carrizo,
depende de su longitud y diámetro de cada tubo.
Es de suma importancia resaltar que el
Ateneo de Guaribe como institución cultural, se preocupó desde sus inicios de
preservar y difundir esta manifestación, de esta misma escuela viene Alexander
Alvarado, quien con una experiencia de 33 años ejecutando los
carrizos, ha tenido prácticas maravillosas al ver
consolidada una hermosa manifestación ancestral, en donde, bajo su tutela tiene
60 carriceros formados en la orquesta, más los que formó anteriormente, se
siente agradado de haber sido partícipe de trabajar con esta innovación, de orquestar los carrizos y así dar mayor
oportunidad de participación a los ejecutantes y proporcionar más fuerza al momento de hacer las
presentaciones. Respetando en todo momento la esencia ancestral de la expresión.
Hoy en día existen en nuestra localidad alrededor de 86 carriceros formados
donde entran varias generaciones, orgullosos verdaderamente de que Guaribe sea
un emporio cultural, lo que le ha permitido ser decretado Patrimonio Cultural
del estado Guárico, por la gobernación del mismo estado, tal como se estable en el decreto N° 174 de
fecha 08 de agosto de 1996.
Agradecemos profundamente el aporte dado
por nuestro amigo Jesús Rondón, quien con sus elevados conocimientos sobre la
teoría musical, realizó un estudio sobre la afinación de nuestros carrizos plasmándola a través del pentagrama
que observan en la foto que acompaña estas escrituras, de igual manera nos
colaboró editando y mejorando la foto del maestro carricero Juan Gregorio
Malavé. Agradecidos eternamente.