Msc. Soraya González
Rojas
La
Parranda de Negros Kimbánganos de la Fila Maestra, es una manifestación o
expresión danzante que ubicamos en los Valles del Orituco y la Fila Maestra, entre
los límites de Guárico y Miranda. Cada parranda tiene características propias
que las identifican, aunque parten de un mismo origen, eso lo podemos notar en
algunas características en común tales como canto, tipo de instrumento. La parranda, heredada de la
Fila Maestra, tenía más de dos décadas desactivada. Esta se encuentra
representada por los niños, niñas, padres y representantes, docentes de la
Escuela Básica Las Delicias, de esta población, quienes guiados por los
cultores: Régulo Hernández, Zaremi González, Zaduimar Itriago y Zadiuska Itriago,
fue reactivada, tomando como punto de referencia el testimonio y vivencias de
los cultores Francisco Flores (+) y Magín Martínez (+), ambos nacidos en el del
estado Guárico, descendientes de parranderos y cultivadores de unas
manifestaciones que existieron en los caseríos Río Negro, el Guapito y Batataly
mantuvieron estas expresiones en su memoria y la inquietud de que no murieran.
Es importante
resaltar que dicha parranda tuvo su comienzo en la época del cimarronaje, como
lo señala el Dr. Guillermo Prieto en su libro “Cantos y Bailes en tiempos de
Cimarrones en la Fila Maestra”, quien indica que esta es una zona montañosa,
que sirvió como refugio a esclavizados e indios huidos de las unidades
productivas, por encontrarse alejada de éstas y por permitir vigilar desde los
altos los movimientos que ocurrían al pie de la montaña.
Una pieza clave
en la llegada de esta manifestación a San José de Guaribe, fue el recién
fallecido, Francisco Flores, quien nació en Río Negro y a la edad de 12 años ya
bailaba el tambor Kimbángano, posteriormente fue el tamborero de la misma. Esta
salía para los días de San Juan y San Pedro y en sus andanzas por los diversos
caseríos, llegaron hasta esta población.
Según testimonio
de Tibaire Rojas, nos narra que,en entrevista realizada al cronista nato de este
pueblo, señor Francisco Rojas, le comentó que vio llegar la Parranda llegar
desde Río Negro a San José de Guaribe, ésta con el papá de Francisco Flores
como tamborero y Francisco siendo muy niño como bailador y luego como tamborero.
La parranda se
conforma de varias parejas, de los cuales los negros llevan
un gorro confeccionado de cartón y adornado con tiras multicolores de papel, otro
de los implementos corresponde a un garrote o vera y se utiliza para simular
una especie de batalla entre los integrantes de la pareja, pero tal implemento
lo lleva el negro, las negras usan sombreros adornados de colores. participan
en la danza el viejo y la vieja estos son los guías del baile. El viejo usa barba elaborada con fibra, la
vieja una capucha o velo apropiado. Un
cantante de lucero que a su vez es cuatrista, 02 percusionistas, 01 tambor cumaco,
uno ejecutando en la boca del tambor y otro en los palitos.La parranda presenta
02 cantos, el lucero de entrada y el lucero de salida, estos luceros los
antecede una expresión teatral por parte de los viejos y termina de igual
manera. En el baile se presenta una especie de batalla entre parejas y lo hacen
libremente, se forma en semicírculo frente a frente y van saliendo en pareja a
la orden que dan los viejos. La reactivación de esta parranda se debe al
trabajo de investigación de los Prof. Guillermo Prieto, con la colaboración del
Prof. Régulo Hernández, el cultor Francisco Flores, Nicasio Espinoza y el ya
fallecido Juan Camacho.
La imagen es una referencia de la danza en vestuario y puesta en escena. |