RBPEG. Guaribe
Soraya González Rojas (Cronista Oficial Municipal)
Mamá: ¿Por qué me llamo Linda
Evangelista?
La curiosidad de conocer el por qué
de su nombre, la llevó a identificarse con la abuelita que nunca conoció. Un
buen día llegó al Ateneo de Guaribe- lugar donde hago vida- una linda niña, su
piel blanca como la nieve, sus ojos negros como la noche y grandes como la luna
llena. Su madre saludó y preguntó si había cupo para inscribirla en los
talleres de canto y danza, pregunté qué edad tenía, y su madre respondió que 5
añitos. La miré y le dije que estaba pequeña aun, que tendría que esperar que
cumpliera los seis, pero que si ya leía podría hacer una excepción. La tomé de
la mano y la llevé hasta un gran pendón que identifica a nuestras
instituciones, y Linda pudo leer en voz
alta y pronunció con mucha seguridad: “Ateneo de Guaribe-Fundación Evangelista
Méndez”, su cara cambió de forma inmediata, la alegría se apoderó de ella y exteriorizó
gestos que en ese momento no supe entender y tampoco pregunté por respeto. Me
acerqué a su madre y le dije: empieza a traerla desde mañana, ya la niña lee y
se ve bastante interesada.
Al salir del ateneo, cuenta su madre, que Linda no dejó de preguntarle por
qué su nombre estaba en ese pendón. Fue en ese momento que le explicó, que ese
nombre estaba escrito allí porque dentro del ateneo hace vida una Fundación que
tiene ese epónimo en honor a una hermosa mujer que durante toda su vida
mantuvo viva manifestaciones autóctonas de nuestro pueblo, ella fue grande,
honesta, correcta y una servidora pública, bailaba como nadie el joropo
yabajero, bailaba el mare mare al compás de los carrizos reales, fue locera,
hacía piezas de barro y las quemaba en huecos en la tierra con leña y bosta de
ganado con técnicas que ella misma creaba, fue agricultora, cultivaba tabaco,
en fin, fue una defensora de la cultura Guaribera. Oye bien: “ella era tu bisabuela”…
“Evangelista Méndez de Mota”. Linda Evangelista quedó muda. Al rato exclamo: “Mamá
ya sé por qué llevo este nombre, ahora sabré decirles a los niños que expresan
que mi nombre es feo y que a veces se burlan, que yo me siento orgullosa de
llevarlo porque es el nombre de mi bisabuela, y que de ella también heredé este
espíritu alegre y estas ganas de bailar y de amar nuestra cultura.
Y fue así como nuestra Linda Evangelista conoció a su bisabuela, todo lo
hizo a través del nombre y la lectura.