”Y cómo no acordarme compañero.
Compañero cómo no acordarme,
si me da por cantar cada vez que me acuerdo…”
Sobre Ely Rafael Primera Rossell, mejor
conocido como Alí Primera, puede decirse y escribirse mucho,
especialmente un día como hoy cuando estuviese cumpliendo 76 años de
vida, si la misma no hubiese sido truncada por un fatal accidente el 16
de febrero de 1985 cuando contaba con apenas 44 años de edad, a esta
misma hora medios impresos, programas de radio y televisión dedicarán
buena parte de su programación a recordarle, de igual manera lo hará el
Gobierno Bolivariano presidido hoy por Nicolás Maduro, un hombre de
pueblo.
Ese
pueblo al que siempre cantó Alí, ese pueblo que fue su primer y único
motivo para afinar la puntería del canto contra las fieras; por eso, hoy
también nosotros desde el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de
Servicios de Bibliotecas IABNSB queremos recordarle.
Una
de las formas en que podemos recordarle es como a un profeta, si un
profeta comunista, que auguró que algún día la cultura sería gobierno,
hoy que en efecto, la cultura es gobierno, no existe marcha,
concentración o campaña en la que no suene primero Alí. Pues si en
otrora fue perseguido, encarcelado, vetado y censurado, hoy se le
reconoce no sólo como un consagrado cultor, sino como ejemplo de un
revolucionario consecuente y, sin lugar a dudas y valga la expresión, un
”chavista precoz’, pues sin duda como sus hijos y Sol Musset su esposa y
camarada lo han expresado en múltiples ocasiones ”La Revolución
Bolivariana es lo más parecido a lo que Alí soñó para su pueblo”.
También
podríamos recordarle como un cronista de la sonoridad criolla, en sus
letras y composiciones no sólo incursionó en ritmos sino que inmortalizó
piezas musicales consideradas himnos dedicadas a entrañables personajes
de nuestra historia contemporánea, ”Al pueblo lo que es de César” la
dedicó al dramaturgo, pintor y muralista César Rengifo de quien
enalteció el gran compromiso social que manifestara en su plástica, a la
muñequera Zobeida Jiménez, también le cantó recordando la ternura con
que sus manos hilaban las formas de una tradición que se negó a morir,
otro tanto hizo con ”Reverón titiritero” dedicada al maestro de la luz,
en la que nombra también a Bárbaro Ribas, gran pintor petareño; otro
tanto hizo con Luis Mariano Rivera… esas son canciones que exaltan la
ternura y poesía de cultores que como Alí sintieron la Patria como musa
inspiradora.
Otra
vertiente de su vida cultural, pues no podemos llamarle ”carrera
artística” ya que su canto estuvo siempre íntimamente ligado al accionar
político revolucionario, fue la denuncia a los atroces crímenes
cometidos por el imperialismo, con ”Comandante amigo” expuso el vil
asesinato del Che Guevara en ”Canción para los valientes” grabada en
apoyo al pueblo chileno, denunció el Golpe de Estado contra Salvador
Allende, elevó su voz de indignación ante el asesinato del profesor
Alberto Lovera con el tema ”Alberto Lovera Hermano”, con ”La noche del
jabalí” clamó por apoyo para el pueblo de Haití… y así infinidad de
canciones en las que hizo del canto una acción política dirigida a
concienciar y movilizar voluntades.
Sin
duda el anhelo de justicia social expresado por el canto militante de
Alí haya eco en el proyecto bolivariano emprendido por el Comandante
Chávez, Alí denunció la extrema pobreza a que se veían sometidos los
habitantes de los techos de cartón, esa inmensa mayoría condenada
durante décadas a la más brutal de las miserias, hoy existe la Gran
Misión Vivienda Venezuela que ha venido a dignificar a millones de
familias en todo el país; si Alí tomó de Rengifo a Flora y Ceferino para
visibilizar el drama de la poca asistencia médica, al campesino hoy
contamos con Misión Barrio Adentro, Misión José Gregorio Hernández y
Misión Milagro que van a la búsqueda en los rincones más remotos de
aquel que lo requiera garantizándoles el derecho a la salud.
Además
las canciones de Alí cobran gran vigencia en esta crucial etapa de la
Revolución Bolivariana, ¡Yankee Go Home! gritamos junto a todos nuestros
hermanos de América Latina obrera, ante la agresión imperial que
pretende privarnos de nuestro derecho a la libre determinación y al
ejercicio de la democracia protagonica y participativa: en combate
contra la corrupción y resistencia contra la guerra económica la voz del
cantor del pueblo nos alerta sobre ”el bachaco fundilluo”, ese que
implementa el atroz delito del sobreprecio y bachaqueo como arma
política contrarrevolucionaria con el fin de torcer el brazo al
gobierno, a todos desenmascara Alí, por ello no dudamos en asegurar que
su canción necesaria sigue presente en este combate que damos por la
vida.
El
carácter patriótico y antiimperialista de Alí le hizo blanco del ataque
y la persecución por parte de los gobiernos puntofijistas, hoy los
herederos políticos de aquellos falsos demócratas siguen atacando su
memoria con nefastos hechos como los ataques a su tumba, por eso la
derecha que tanto le atacó en vida sigue temiéndole al despertar
histórico de su voz y sus dedos crispados sobre el fuerte vientre de su
guitarra madre en la que siempre supo encontrara la vida, pues su
canción rebelde, panfletaria y guerrillera fue ante todo un canto de
vida y amor por los explotados del mundo y una consigna sonora de lucha y
libertad que nos invita a tomar el cielo por asalto, por eso en cada
marcha de los claveles seguimos flores rojas, puño en alto prometiéndole
seguir construyendo la utopía posible de un sistema de justicia social,
por eso cada 31 de octubre le recordamos ¿Y cómo no recordarlo, si nos
da por luchar cada vez que lo hacemos ?…
¡Alí vive, la lucha sigue!
Creo en el canto
Creo en el canto
Por que mi pueblo ha sobrevivido cantando siempre .
Para que no nos llenen de silencios la esperanza
Porque siempre ha navegado la vena de esta tierra.
Creo en el canto
Por la necesidad de multiplicar
y hacer inmenso el grito de los humildes.
Porque no será verdad si no son verdad los cantores.
Porque el canto no es un accesorio
sino brazo hermano en las luchas de los pueblos.
Creo en el canto
Para que no nos quiten la memoria
Creo en el canto
todo luminoso y solidario.
En el nombre del pueblo,
de sus manos callosas
Creo en el canto.
Alí Primera