Niños y adultos disfrutaron de la agradable jornada narrativa y creativa
Texto: Renny Marrero / Foto: Adianez Gutiérrez / Prensa IABNSB
”Era como si el libro situado en el alféizar saliera volando inesperadamente por la ventana abierta hacia espacios desconocidos, lo cogí, lo empecé a leer y el libro se tranquilizó, después lo empecé a seguir a través de otros mundos y parajes, mientras mi universo imaginario se iba extendiendo”
Sergey Makhotin
La sala de lectura infantil y juvenil Mamá Rosa ubicada en la terraza del Foro Libertador, fue escenario una vez más del despliegue de alegría e imaginación, en esta ocasión fueron 26 alumnos y alumnas cursantes del 5°-B de la Escuela Armando Zuloaga, quienes disfrutaron de una maravillosa mañana llena de narraciones fantásticas y dinámicas de creatividad aplicada.
Elena Ramírez y Génesis Vera, promotoras de lectura encargadas del espacio recibieron a los pequeños a quienes explicaron que las actividades a realizar se enmarcan en la celebración del día del libro infantil. Dicha celebración, se lleva a cabo cada 2 de abril desde 1967, coincidiendo con la fecha de nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, cuya obra literaria marcó precedente en el universo de la literatura infantil con narraciones mundialmente conocidas, como Pulgarcita, La vendedora de fósforos y el soldadito de plomo, que han pasado de generación en generación alimentando la imaginación de los más pequeños.
Como parte de la actividad, las promotoras de lectura brindaron a los niños la biografía de Andersen y generaron varias dinámicas grupales, a través de las cuales, presentaron varios de los cuentos del mencionado escritor, entre ellos: La princesa y el guisante, La Reyna de las nieves y el patito feo. Tras la lectura completa del cuento ”Los cisnes salvajes”, realizaron un taller práctico de encuadernación artesanal, utilizando material reutilizable y de reciclable; el resultado fue un mini libro, en el que, cada participante ejercitó su imaginación escribiendo un cuento corto, que después fue leído en voz alta compartiendo con sus compañeros el resultado de su inspiración.
”Me gustó mucho esta experiencia, porque es la primera vez que hago un libro y esto me permitió imaginarme una historia y escribirla”, comentó Estefanny, una de las niñas, recreando una versión moderna de la caperucita sin lobos con un final feliz. Por su parte, Anderson uno de los niños señaló, que se sintió libre de poder escribir e imaginar a los personajes de su historia compuesta por vikingos y robots luchadores.
¡Crezcamos con los libros!
Historias de terror, aventuras espaciales, relatos de amistad y épicas batallas, fueron algunos de los temas surgidos de la imaginación de los pequeños participantes de esta jornada, en la que no sólo aprendieron el arte de encuadernar artesanalmente, sino que, se encontraron con la magia atesorada en un el libro infantil como lectores, creadores y editores de sus propios relatos.
El poeta ruso Sergey Makhotin, fue el encargado de difundir este año el mensaje conmemorativo por el día del libro infantil, en su sentido discurso, proclama como la lectura fue una guía de vida que desde su más tierna infancia, le llevó a escrutar los senderos del sueño y, a crecer siempre rodeado de libros y de personajes inmortales. Makhotin asegura con razón, que leer y escribir para niños, es ante todo, un gran placer.
Para cerrar con la narrativa, desde el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas nos complacemos en contar con esta sala -más que lectura- nuestros niños y niñas encontrarán un cálido espacio sumergido siempre en magia.