“La cultura y sus facetas” y “Patrimonio e identidad nacional, al trasluz de la posmodernidad” fueron otras de las ponencias ofrecidas en el tercer día del Encuentro
Tania Oropeza/ Foto: Ronald Montaño/ Prensa IABN
Prensa IABN (10-07-15).- En el contexto del 1er Encuentro del Libro, la lectura y la escritura como constructores de identidad patrimonial, que se lleva a cabo en las instalaciones del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, en la mañana de este viernes 10 de julio, se realizaron varias ponencias.
La primera fue Modelos de gestión del conocimiento para organizaciones del sector cultural, ofrecida por Isneida Riverol Burgos, organizadora de este encuentro, junto con Rebeca Cuenca y Jufany Toledo.
La Dra. en Humanidades Riverol, cuya conferencia versó en una investigación que viene desarrollando desde 2001, expresó: “Mostré un modelo de gestión del conocimiento para organizaciones del sector público, tales como bibliotecas, centros de información y documentación”.
Como resultado de esa investigación, resaltó: “Se pude decir que la Biblioteca Nacional gestiona, transfiere e integra conocimientos, pero existe una problemática con la gestión de esos conocimientos debido a que no se sistematizan”.
Otra de las ponencias fue La cultura y sus facetas, ofrecida por el profesor Jesús Baceta, quien señaló: “Desde mi punto de vista, caracterizo la palabra cultura con todo lo que tiene que ver con el pensamiento crítico. Tenemos tres tipos de subculturas: la popular, la científica y la especializada, relacionadas con una cultura popular propia de los escritores y de las personas que hacen música”.
Por su parte Jonathan Briceño, profesor y coordinador de la BP de Trujillo, realizó la ponencia Patrimonio e identidad nacional, al trasluz de la posmodernidad, investigación que viene realizando en el área de estudios culturales postmodernos, “busco mostrar cómo el patrimonio no ha sido construido en un espacio vacío, por ejemplo, el patrimonio venezolano ha sido constituido por las élites que tuvieron poder por 40 años y más, y no es un patrimonio neutro”, argumentó.
Asimismo, manifestó: “Se ha creado un patrimonio para crear una identidad donde todos los venezolanos se sintieran de una u otra forma que pertenecían a ella. Los bienes culturales considerados como patrimonios son importantes para la clase dominante, pero no para las clases populares; y los bienes de esta clase popular, se perciben sin valor para los que ostentan el poder”.
Continuó Briceño: “Es aquí donde entra la división entre arte y artesanía, arte lo que pertenece a los salones artísticos; y artesanía, lo que se hace en los pueblos. En la época del Gobierno Bolivariano, el Estado venezolano no ha logrado saltar esa barrera del todo, ya que hay instituciones que siguen respondiendo a los intereses de la racionalidad moderna, de la élite”.