Crónicas de Guaribe
Msc. Soraya González Rojas
MARÍA ROSA PARAO, SUS RELATOS Y LA
CONTROVERSIA DEL APELLIDO

En entrevista realizada nos narró que le
gustaba el canto de negro y que ella también aprendió a cantar. La señora María
Rosa era una mujer de rasgos indígenas, de pelo liso y blanco, con una
expresión de firmeza en su rostro y una voz
de temple que reflejaba lo que fue su vida “una mujer embraguetada para el trabajo rudo de campo.
Toda su vida tuvo su conuco, lo cuidaba
y lo limpiaba a machete, a veces se llevaba su viandita de comida y era tanto
lo que trabajaba que se le olvidaba comer y así pasaba el día sin nada en el
estómago, dedicada solo al trabajo. En
esta entrevista, nos narró algunas anécdotas de sus hijos y las más curiosa de
ellas, es la de su hijo Juan Parada, el
cual lo parió en su yucal; Cuando estaba en el conuco y fue a alar un palo
de yuca que había cortado con su machete,
ya estaba en espera de su hijo, dice que él no aguantó a que ella
saliera ni siquiera a la carretera y nació allí mismo, se lo montó en su
camisón, caminó hasta la casa y cuando llego, su hija Adelina que estaba muy pequeña, se asombró,
y al verla llamo a su tía María
Moreno que vivía cerca y además era partera. Dice exactamente que Adelina su
hija, llama a su tía bien duro, y la tía dijo: ¡escucha la muchachita está
gritando! ¿Qué será Dios mío? ¿Será que
Rosa no está ahí? Y se vino para la casa. Cuando venía por el camino la
muchachita la encontró y le dijo: Tía le estaba gritando porque mi mamá se fue
pal’ conuco y trajo un muchachito. ¿Un muchachito?, ¡Si un muchachito chiquitico!. La señora
María al verla se sorprendió, inmediatamente le atendió, le cortó el cordón umbilical al niño, lo limpió,
lo bañó y lo acomodó. Dice la señora María Rosa Parao, que por eso el señor Juan Parada es así, no lo para nada y es bien
terrible.- Durante sus últimos años
vivió en Guaribe en casa de su hija
Carmen Julia Parada, se vino del Cedro porque vivía sólita; y nos contó que una noche alguien la asustó dándole un
golpe en la cara, prendió las luces no vio nada y allí dijo paticas pa’que te
tengo, como dice tío conejo cuando está
en peligro. Y sin traer ropa ni más nada sé vino. Y de esta misma manera
nosotros también quedamos prendados de esta agradable señora, de contextura fuerte,
de voz sonora y firme, chistosa y muy orgullosa de haber levantado a su familia
con su propio esfuerzo y trabajo rudo.
Falleció en
San José de Guaribe el día 15 de julio del año 2012.
Saludos y
bendiciones para María Rosa Parao en donde quiera que esté.