Msc .
Soraya González Rojas
Correo
electrónico gabana64@hotmail.com
Mi
amiga Zenona
Que
felicidad siento, que a través de este medio de comunicación tan
hermoso, pueda dar a conocer a lo largo del país a mi amiga Zeneida,
a quienes todos conocemos o llamamos Zenona,
ella tiene características especiales, que a veces son difíciles de
conseguir en algunos seres humanos, es ingenua, pura e inocente.
Siempre está de buen humor, es extremadamente humilde y cariñosa…
Mi amiga Zenona nació en los Cantiles cerca de la Quebrada del
Rendonero aproximadamente en el año 1947, según datos aportados por
mi prima Juliana Arzola, es hija de Isaac Carrasquel y Alejandro
Ramos (Alejandrote), por parte de su madre tiene tres hermanos que
son Andrés y unas morochas de nombres: Omaira y Ada. Por parte de
su padre tiene cuatro hermanos más, que son Aníbal, Yamile, Carmen
y el Pedro Alejando (ElNegro) Figueroa. También tuvo un hijo, que
lo llaman José Ramón Arzola Carrasquel, cuyo padre fue José
Arzola. Zenona siempre asiste a misa, va a los velorios y entierros
de todas y cada una de las personas que fallecen en este pueblo y los
llora con mucho dolor. Es una mujer de mediana estatura, su pelo es
rizo y de color castaño claro y sus ojos claros como miel… así
también tiene su alma dulce como la miel….. Para conocer más a mi
amiga Zenona, es preciso que lean estas preciosas décimas de Luís
Esteban Rojas… más explícitas no pueden ser:
Canción
para Zenona
(Siguiendo
el ejemplo de mí hermano, Gaspar Solórzano).
Autor: Luís Esteban Rojas.
Autor: Luís Esteban Rojas.
Si
Zeneida la llamamos
Nadie
la conocería
Sólo
Zenona sabría
Que su
nombre mencionamos.
I
La
brisa de los Cantiles
Nos
trajo para Guaribe
Un
personaje que vive
De
sentimientos sutiles.
Nunca
las conductas viles
Con
ellas relacionamos
Cada
vez que la encontramos
Visitando
los lugares
Y
no ha dado contestares
Si
Zeneida la llamamos.
II
Su
apellido es conocido
De amigos
y allegados
De los
tantos encontrados
En el
tiempo recorrido
Pero es de
todos sabidos
Que un
mundo de fantasía
Es parte
de su alegría
En su
diario trajinar.
Si no
fuese en ese andar
Nadie
la conocería.
III
Una vida
en inocencia
Sin
asombros de maldad
Mucho
menos de crueldad
Nos llega
con su presencia.
En una
aparente ausencia
Sin trazos
de picardía
Ni
envuelta en algarabía
Ha
transcurrido su vida
De esa
experiencia vivida
Sólo
Zenona sabría.
IV
Un ser
lleno de pureza
La propia
alma popular
Nos
podríamos encontrar
Descifrando
su grandeza.
Con
absoluta certeza
Así lo
relacionamos
Sin
negarnos que amamos
A eses
espíritu en capullo
Y es con
total orgullo
Que su
nombre mencionamos